Ahora que nos desenvolvemos constantemente en un mundo de negocios y decisiones
globalizadas, la delegación de funciones de antaño ha evolucionado y se resume en
una palabra que escuchamos muy a menudo “Empoderamiento”.
Muchas veces los que
tenemos la responsabilidad de liderar equipos de trabajo confundimos
empoderamiento con “desentendimiento”; dejamos
todo en manos de nuestros colaboradores, cosa que no está mal, lo malo es que ante
los superiores no asumimos la responsabilidad de los mismos y lo peor es que si
hubieran errores “nos lavamos las manos” , o suele ocurrir que el personal
empoderado por el mismo trabajo rutinario, empoderado por las decisiones
precedentes asume un rol que a simple observación deberíamos aplaudir
y apoyar totalmente, por que de seguro “todo sigue funcionando igual que
siempre y no hubo ningún reclamo hasta ahora
”; sin embargo analizando detalladamente vamos a comprobar que si bien los clientes
internos y externos están satisfechos, a la luz de los hechos el área Logística
no está cumpliendo con las políticas y los procedimientos establecidos que van
a permitir estandarizar los pasos a seguir por cualquier personal que más
adelante vaya a integrarse al área, es decir si en logística es básico el
manejo del orden, como se puede reclamar el mismo a las distintas áreas si el
orden empieza por casa .
En el área logística el empoderamiento es básico para poder
desarrollar las labores de aprovisionamiento de bienes y servicios requerido
por cada una de las áreas de la empresa tanto operativa como administrativa,
esto se desarrolla a plenitud si utilizamos la regla de oro, la palabra mágica:
“estandarizar”.
Efectivamente si estandarizamos las labores que guarden
similitud, uniformizamos tiempos y movimientos, eliminamos la duplicidad de trabajo
por parte de nuestros colaboradores, estaremos contribuyendo a que el
empoderamiento sea el motor que impulse las decisiones y las convierta en
acciones concretas.
Esta delegación en la toma de decisiones estandarizadas
tiene que estar desarrollada a la par con una serie de conceptos que paso a enumerar:
ORDEN.- Orden para organizar las labores a realizar de modo
tal que le permita autogestionarse, considerando las prioridades y dejando que los
demás también cumplan con las labores que le corresponden: no hacer el trabajo
de los demás. Entender que el 3° o el 4° por más que sean “amigos” en el
correlativo siempre van a estar después del 1° y 2° , orden incluso para los
ratos de descanso y momentos de ocio, somos colaboradores no “maquinas”. Incluso
el desorden tiene un orden.
LEALTAD.- Lealtad para aceptar las indicaciones del superior,
pero también lealtad para sugerir su mejora, siempre pensando beneficie al equipo
y sin perjudicar a los compañeros de labores, lealtad para brindar críticas
constructivas delante de ellos, incluso si las críticas son en apariencia “destructivas” es mejor
decirlas de frente antes que fomentarlo a espaldas. Y algo que recalco con mis
alumnos siempre: antes que la lealtad al superior esta la Lealtad hacia la
empresa, por cierto decisión muchas veces difícil de tomar pues los años de experiencia
en el área logística de diversas empresas me permiten afirmar que incluso entre
logísticos se manejan ciertos códigos de conducta.
COMPROMISO.- Compromiso para cumplir directivas y planes mediatos.
Compromiso para asumir responsabilidades individuales, para entender que a
veces hay que sacrificar el beneficio personal a favor del equipo de trabajo. Compromiso
para entender que “lo que yo dejo de hacer al final mi compañero lo hará” significa
que simplemente ellos no me interesan, que el trabajo en equipo no me interesa,
la empresa no me interesa.
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